¿Cómo podemos ayudarte en nuestro centro de psicoterapia en Valladolid?
Cuando sentimos malestar y/o insatisfacción que nos hace perder nuestro equilibrio y nuestra calidad de vida, es el momento de plantearse la consulta a un psicólogo, con la finalidad de valorar, conjuntamente, la necesidad de una ayuda profesional para recuperar nuestro bienestar emocional.
Durante el proceso de psicoterapia la reflexión, la toma de conciencia (cognitiva y emocional) y el autodescubrimiento son elementos vertebradores que van a ir generando nuevas estrategias para enfrentarse a los problemas, abordar las dificultades propias de cada ciclo vital, y mejorar nuestra calidad de vida.
Ante las situaciones complejas y emocionalmente dolorosas, ofrecemos un espacio relacional para observar y comprender nuestros comportamientos, pensamientos, emociones y la forma de relacionarnos; el modo en que nosotros mismos nos vemos y como vemos a los demás, y como todo ello influye en el significado que damos a nuestras vivencias.
Esto es un elemento esencial para hacer posibles los cambios internos que darán lugar a un mejor afrontamiento de las dificultades.
Hay distintos motivos por los que las personas solicitan ayuda psicológica: muchas personas acuden cuando se encuentran invadidas por la vivencia de dificultades importantes que intervienen en su bienestar psíquico y en su quehacer cotidiano (en sus relaciones de pareja, familiares y sociales, en su desarrollo profesional, estudios, pérdida de un ser querido, la vivencia propia o cercana de una enfermedad, etc.).
En otras ocasiones, hay personas que deciden ir al psicólogo sencillamente porque tienen la necesidad de conocerse a sí mismos y mejorar su tranquilidad diaria.
Nuestra experiencia es que, en la mayoría de las ocasiones, la ayuda profesional de un psicólogo resulta de gran utilidad. En el gabinete Eloy González Arranz, especialistas en psicología y psicoterapia en Valladolid, podemos ayudarte.
Problemas más comunes de los adultos en psicoterapia
- Crisis en relación al ciclo vital: transición evolutiva de joven a adulto, crisis de la mediana edad ("crisis de los 40"), etapa de climaterio y menopausia, transición de la edad adulta a la tercera edad, cambios externos que provocan malestar o incertidumbre Inicio o finalización de estudios, incorporación al mundo laboral, cese de la actividad laboral, ascensos profesionales, maternidad o paternidad, matrimonio, separación, crecimiento personal y/o emocional.
- Ansiedad y trastornos asociados: ansiedad generalizada y ataques de angustia (taquicardia, opresión torácica, temblor, crisis de pánico…), estrés, insomnio y otros problemas del sueño, obsesiones y compulsiones (pensamientos y/o actos repetitivos), miedos y fobias (claustrofobia, agorafobia, miedo a espacios públicos concurridos, hablar en público, animales, alturas, sangre, inyecciones...), trastornos psicosomáticos (cefaleas, dolor de espalda, vértigo, acúfenos, asma, problemas de la piel…).
- Depresión y trastornos asociados al estado de ánimo: alteración cíclica del humor (euforia y/o manía - tristeza y/o depresión), depresión, dificultades de pérdida (duelo, muerte de personas allegadas, familia…), dificultades de separación (pareja, cambio de localidad, trabajo, …).
- Problemas de personalidad y/o relación: baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, dependencia, hostilidad, impulsividad, incapacidad para aceptar la crítica, inestabilidad emocional, insatisfacción personal, irritabilidad y/o agresividad, falta de habilidades sociales, suspicacia, timidez e introversión.
- Trastornos de la alimentación: anorexia y bulimia, obesidad.
- Trastornos psicóticos y/o esquizofrenia.
- Apoyo psicológico a enfermos con patología orgánica.
- Enfermedades crónicas, discapacitantes y/o terminales (cáncer, epilepsia, diabetes, esclerosis múltiple, síndromes, SIDA, …).
- Adicciones.